El dinero no existe, pero nos han hecho creer lo
contrario. Es simplemente un invento, un
intento de “valorar” numéricamente cosas e incluso a las personas
equiparándolas con metales o con papel.
En los tiempos posmodernos el dinero es todavía menos que
eso, es solamente un dato almacenado en un servidor, una cifra que aumenta en
un momento dado y luego va disminuyendo a través del tiempo; un número, que gracias a
los financistas, ha pasado del orden de los naturales al de los reales, porque
resulta que puede ser negativo. Sí, por
supuesto sé que un saldo negativo significa una deuda, pero ¿cómo es posible
tener menos de cero de algo concreto?
Sin embargo seguimos teniendo la idea de que al realizar un pago “en
línea” o una “transferencia”, el dinero se ha “movido”. Realmente no, solo se cambió un número por
otro en una memoria virtual que luego se despliega en una pantalla.
¿Quién es el que designa cuánto vale algo? ¿Un sistema de
costeo? ¿El mercado? ¿La legislación? ¿Los negociadores? ¿Economistas? ¿Alguien
con el poder de hacerlo? ¿Ideas que se tienen en general sobre lo “escaso” y lo
“valioso”?
Existe una técnica de evaluar el nivel de los precios de
un país. Ésta consiste en comparar la cantidad de hamburguesas Big Mac, tomado como un estándar, que se pueden comprar con moneda nacional equivalente a una cantidad de dólares, dando como resultado que no se puede comprar la misma
cantidad de bienes en distintos países (ver Índice del Big Mac).
No es esto acaso una muestra de lo amañada que está la asignación de
valor monetario. ¿Cómo es que el poder adquisitivo puede variar tanto de un
lugar a otro vecino?
¿Por qué vale menos el trabajo de una persona que el de
otra? ¿Qué tanto deberían pesar la preparación, la experiencia y la
responsabilidad del puesto?
El dinero no existe como algo natural, es simplemente una
idea más, que funciona un tanto como medida subversiva para hacer a algunos
pocos más poderosos que el resto. La
idea del dinero también se adaptó a la convivencia social debido a la tendencia
del ser humano de “acumular”; así sentimos que “tenemos”, como si el tener más
fuera a hacernos más felices. Además,
dependiendo de la política monetaria del Banco Central, se puede “crear” más
moneda solo ordenando que se imprima o acuñe.
Y del interés, ¡ni hablemos! Tasas fijadas por… ¡¿el
riesgo?! ¿La disponibilidad de capital? Todos números asignados a conveniencia.
Me podrán decir que el dinero ha hecho prácticas las
transacciones comerciales. Sí, seguro que sí, aunque también nos ha hecho propensos
a ser víctimas de robos.
En fin, existen en realidad los recursos y las personas. La próxima vez que vea su estado de cuenta o consulte su saldo, piense en lo siguiente: ¿en verdad posee usted eso? ¿Es que acaso posee algo? Y si lo posee, ¿qué es?
En fin, existen en realidad los recursos y las personas. La próxima vez que vea su estado de cuenta o consulte su saldo, piense en lo siguiente: ¿en verdad posee usted eso? ¿Es que acaso posee algo? Y si lo posee, ¿qué es?