Ya nada soy, ya nada tengo, ya nada quiero.
Ya
nada deseo, de nada gusto,
nada me satisface ni me complace.
Y no, no estoy mal porque ya nada quiero,
ya de nada gusto;
ya de nada gusto;
es que simplemente solo a ti te quiero.
Amanecer desde las ruinas de El Mirador, Petén, Guatemala.