El inicio de año siempre es motivo de reflexión y de metas,
por lo que aquí quiero compartirle algunos puntos que pueden servirle para
ayudarse usted mismo a… bueno... a llevar su vida de una forma más tranquila. Por supuesto, no son leyes absolutas, ni los únicos consejos por seguir, pero al
menos al considerarlos puede abrir un poco su mente y tener más caminos por
dónde ir.
1. Viva en el presente.
Sí, yo sé que ya se lo dijeron, pero hágalo en serio. Lo sucedido ya se esfumó y el futuro es
totalmente incierto e incontrolable, así que mejor concéntrese en lo que está
viviendo en el momento: si es trabajar, a trabajar; descansar, a descansar;
distraerse, a distraerse.
2. Libérese de tensiones.
En situaciones que le causen
aflixión, pre-ocupación o estrés por no saber qué pasará, imagine el peor
escenario y mentalícese en él, acéptelo pues no puede controlarlo todo ni hacer
que todo sea a su gusto. Las cosas que sucedan que sean mejores a lo que había
imaginado son ganancia.
3. Aprenda a asumir consecuencias.
Tome las decisiones que deba tomar y asuma lo
que suceda con todas las consecuencias, positivas y negativas, porque siempre
habrán; siéntase satisfecho por haber elegido lo que eligió, sea lo que sea, de
todas formas, aunque no haga nada, eso ya es una decisión y el curso de la vida
continuará como una corriente que va llevándose y acomodando todo a su paso. No
se lamente por lo que no es o no fue, ¿de qué le sirve?, mejor disfrute el
camino que tome.
4. Ocúpese.
Al ponerse en actividad, ya sea trabajo,
estudio, recreación, diversión, no le quedará tiempo para sentirse mal,
deprimirse, autocompadecerse… Mejor si
acepta responsabilidades, haga voluntariado, encárguese de las labores
domésticas, por lo menos lave usted mismo su ropa.
5. Cambie de ambiente.
El ver paisajes diferentes ayuda a recargar las baterías, así que cuando
pueda organice un viaje, aunque sea uno sencillo a un lugar cercano. Si no
tiene compañía, no dude en viajar a solas con usted mismo, eso le ayudará a
silenciar ruidos externos, reflexionar y escuchar a su interior.
6. Medite, rece.
El contacto con el Ser Supremo tiene un efecto balsámico en el alma; aunque
no siempre se siente de inmediato, siempre va haciendo una obra de arte en nuestro interior.
Eso sí, un tiempo prudencial porque todos los extremos dañan; lo que nos
lleva al punto siguiente.
7. Balancee.
Hay que
intentar encontrar el equilibrio dinámico ya que la vida no es estática, aunque
en realidad solo lograremos “tender” al equilibrio pues, como dije
anteriormente existen tantos factores y variable en nuestro sistema que no es
posible controlar todos. Y “ojo”, el equilibrio no es el mismo para una persona
que para otra.
8. Viva lo que le toque vivir.
Cuando sea tiempo de reír,
ría, cuando sea tiempo de llorar, llore.
No espere que la vida sea plana porque no lo es. Seamos realistas, no todo en la vida es
éxitos, hay tanto subidas como bajadas, e inclusive suceden cosas buenas y
malas simultáneamente, así que viva lo que le toque vivir en su momento. Yo siempre digo que quien nunca ha estado
triste no puede saber qué es la felicidad.
9. No sea pesimista, mejor dicho, sea optimista.
Muchos de nuestros sufrimientos son fruto de
dramas que nosotros mismos hemos creado.
Tenga una persona de confianza para compartir sus inquietudes y se dará
cuenta de que contarlas le permitirá cambiar de perspectiva, lo cual a su vez
permite encontrar soluciones más fácilmente.
También trate de hacerse consciente de a través de qué lentes está
viendo las cosas: de sus carencias emocionales, traumas, temores inconscientes.
10. Escriba.
Esto ayuda
a liberarse de sus propios pensamientos.
Redacte sus propios puntos de autoayuda y compártalos. Se dará cuenta que hay más personas de las
que usted imagina tratando de salir de agujeros.
Un agradecimiento especial a Don Jaime por haberme compartido de su sabiduría, alguna de ella descrita anteriormente, para poder a navegar esta vida, aunque aún me falta mucho por aprender.